martes, 13 de abril de 2010

Los cafés más antiguos del mundo

Probablemente hayas estado alguna vez en uno de estos cafés que te parecieron de entrada ensoñadores, ancestrales, y con un cierto aire señorial, pero quizá no tuviste la oportunidad de conocer un poco su historia, y comprender que antes que tu, muchos otros tantos nobles, caudillos, infames, científicos y pensadores pudieron haber tomado una misma taza de café ahí, si, justo en ese mismo lugar en que estuviste sentado.
En esta ocasión, rendimos un breve homenaje a estos “monumentos históricos”, y a todos aquellos que con su vida y trabajo han logrado mantenerlos activos al día de hoy, y que guardan sin celo alguno entre sus cimientos muy buena parte de la historia local, y tal vez, mundial del ser humano.

Café Procope, París
Est. 1686 – Bistró – Restaurant – Café

En 1686 un caballero de Palermo, Francesco Procopio dei Coltelli abrió una cafetería en París. Por mas de dos siglos, todo aquel que se decía ser alguien (o que aspiraba a ser alguien) en el mundo de las artes, la literatura y la política, frecuentaba el Café Procope. Voltaire estuvo ahí, así como Rousseau; Beaumarchais, Balzac, Verlaine y Victor Hugo, aquel que escribió Los Miserables. Desde La Fontaine hasta Anatole France, la lista de los habituales al Café Procope es un sumario de los grandes nombres en la literatura francesa.
Fue aquí que en el siglo XVIII se desarrolló la nueva filosofía liberal; fue el café de los Enciclopedistas, de Diderot, Voltaire, d’Alembert y Benjamin Franklin. La historia del Café Procope está ligada con las ideas revolucionarias del siglo XVIII. Robespierre, Danton and Marat usaban este café como un lugar de encuentro, y dicen, fue aquí donde en alguna ocasión el joven teniente Napoleón Bonaparte dejó su sombrero en prenda.

Antico Caffé Greco, Roma
Est. 1760 – Café


La ventana que da hacia la entrada de la calle Via Condotti 86 dice: “A.D 1760”. Fundado por Nicola di Madalena, levantino. Stendhal, Goethe, Keats y D’Annunzio tomaron café aquí. Mucho se ha dicho y escrito sobre este lugar, así como de su propietario, a quien identificaban como el turco, tal vez por su procedencia, y del que decían, “la música que más ama es el sonido del dinero”.

Caffé Florian, Venecia
Est. 1720 – Café

El café comenzó a ser vendido de manera comercial en Venecia en 1638, aunque los venecianos ya lo conocían desde 1585, desde Turquía. Con la entrada del café a la capital comercial europea, los cafés se pusieron de moda y se abrieron locales por toda la ciudad. El Florian abrió sus puertas con dos simples cuartos el 29 de diciembre de 1720 como Caffè alla Venezia trionfante, pero pronto fue conocido como Caffè Florian, en relación a su propietario, Floriano Francesconi.
El ambiente elegante atrajo a muchos de los notables de esos días, incluyendo al director de teatro Carlo Goldoni, a Goethe y Casanova, quien sin duda se sentía atraído ante la idea de que este era el único café que permitía la entrada a mujeres. También Lord Byron, Marcel Proust y Charles Dickens se convirtieron en frecuentes visitantes. Se convirtió en uno de los pocos lugares en los que se podía conseguir la versión de la Gazzetta Veneta, famosa publicación italiana muy demandada por aquellos que se definían como hombres de negocios.

El Café de la Parroquia, Veracruz
Est. 1808 Café – Restaurant

Y por supuesto, no podía faltar nuestro gran Café de la Parroquia, orgullo jarocho y nacional. Fundado en 1808 aunque no bien se sabe por quién, este establecimiento tanto ha sufrido los efectos de las invasiones francesas y españolas del siglo XIX como le ha tocado recibir a personajes ilustres de la talla de Agustín Lara, quien era asiduo visitante, y otros no tan ilustres, como Porfirio Díaz, de quien se dice, pasó a desayunar a la Parroquia antes de embarcarse en el Ypiranga rumbo al destierro.
Príncipes (Eduardo de Inglaterra), reyes (Juan Carlos de España), presidentes, revolucionarios (Fidel y Raúl Castro), actores (María Félix), todos han sido seducidos por la calidez y ambiente criollo del lugar, así como de su famoso café Lechero. Si algún día llegas a ir a Veracruz, no dejes de pedir este café, acompañado con un buen pan dulce, una bomba, o una micha.
Tip: al pedir el café lechero, golpea el vaso de cristal con la cuchara.

Café Central, Viena
Est. 1860 – Café


Nada refleja de mejor manera el andar cotidiano de la Europa del siglo XX como el Café Central. Viena, punto neurálgico de las artes, las ciencias y la política de occidente en los siglos XIX y XX, vio el deambular de muchos vieneses y otros tantos extranjeros en este café, donde diariamente, y sobre todo por la mañana, se congregaban para disfrutar de un café mientras rápidamente revisaban temas cotidianos. Muchos incluso hacían que su correspondencia fuera enviada a este lugar, un reflejo de la importancia que este lugar ostentaba en sus vidas. Leon Trotsky, Peter Altenberg, Alfred Polgar y Leo Perutz fueron algunos de sus continuos parroquianos.

Café Comercial, Madrid
Est. 1887 – Café

Abrió sus puertas en la gran Época de Oro de España, durante el período de Restauración, este café sirvió como punto de reunión y recreación de una clientela que estaba gruesamente constituida por intelectuales, políticos, cómicos y funcionarios, que pasaban su tiempo entre el café, el licor y las tertulias que trataban aspectos de la vida finisecular de Madrid, de la crisis política que había traído consigo el desastre colonial y de las renovadas ilusiones que no llegó a traer el regeneracionismo.