lunes, 11 de enero de 2010

Robos famosos con café

Este reportaje tenía ganas de hacerlo desde hace tiempo. Nos muestra el lado más oscuro del café que hayamos conocido hasta ahora.
Sabías que el café ha sido utilizado para llevar a cabo robos, y algunos de ellos han llegado a ser de los más famosos de los que se tenga conocimiento?
Uno muy simple y risible ocurrió en Estados Unidos, en Texas, donde un tipo utilizó un vaso de café recién hecho para robar la caja. Habiéndose servido el café, se acercó con la cajera para hacer un depósito. Cuando ésta abrió la caja registradora para ingresar el dinero, el tipo le derramó el café en su cara, y ante la confusión, aprovechó para llevarse el dinero. Muy listo, no?
En Hollywood también se han llevado a cabo algunas películas con el café como medio para transportar u ocultar lo que se pretende robar. Recuerdas aquella película “El discípulo” (The Recruit) con Al Pacino y Colin Farrell, donde Farrell hace de un estudiante que es enrolado para convertirse en espía. A Farrell se le asigna el rol de observar y espiar a una de sus colegas, Layla Moore (Bridget Moynahan), de quien se sospecha es parte de una agencia de inteligencia extranjera buscando extraer un virus recientemente desarrollado de las bases de datos de la CIA. No parece haber indicios de cómo hará esto, hasta que la misma película nos lo revela: Moore descarga el virus en una USB que luego esconde en el fondo de un vaso térmico lleno de café, y que pasa sin ser detectado cuando sale de la CIA.
O tal vez la más reciente película de Demi Moore y Michael Caine, “Un Plan Brillante” (Flawless), donde, Caine, un aparentemente inofensivo intendente de la mayor compañía de diamantes del mundo, la “London Diamond Corporation”, y Moore, una exitosa gerente de operaciones, pero que, por su género ve imposibilitado un ascenso en su carrera, elaboran un plan para robar de la compañía un puñado de diamantes, como compensación por el mal trato recibido. Este plan, tiene a un termo de café como medio de transporte de los diamantes, aunque al final el plan cambia un poco (y no les platico, por si no la han visto)
En la realidad, estos robos “de película” serían difíciles de llevar a cabo. El robo de diamantes, aunque parece dejar buenos dividendos, es en realidad el resultado de un largo estudio de la seguridad de una instalación. Algunos requieren de alta tecnología, la integración de varios sujetos expertos en alguna de las fases del robo, o bien, el uso de armas. Pero aparte de todo eso, de paciencia, mucha paciencia.

El Robo del Siglo, perpetrado por un grupo de ladrones italianos al Antwerp Diamond Centre nos lo demuestra.

Este edificio es el principal asiento de diamantes del mundo. Se ubica en Amberes, capital mundial del diamante, y donde circulan cerca del 80% de ellos. Es también el corredor más grande y fuerte de estas gemas. De todas partes del mundo llegan los diamantes en bruto, para ser pulidos, marcados y clasificados, y posteriormente comercializados. Existen más de 21 casas corredoras, y todas sus pertenencias se concentran en las bóvedas de este centro mientras son comercializadas.
Esto imagino, lo saben también los ladrones, y por esa razón, en 2003 llevaron a cabo el robo del siglo, extrayendo de las bóvedas de seguridad el equivalente a 100 millones de dólares en diamantes. Fue tanto el peso de las piedras que no pudieron vaciar el total de las cajas, y debieron conformarse con 123 de las 160.
El robo requirió que los ladrones viajaran a esta ciudad tres años atrás, rentaran oficinas en las instalaciones y estudiaran por los siguientes años sus sistemas de seguridad, pensados hasta ese entonces como impenetrables. Reconocieron sus sistemas de alarmas, que incluían un sistema infrarrojo de detección de calor, un radar Doppler de movimiento, un campo magnético, un sensor sísmico, y el cerrojo de la bóveda con más de 100 millones de combinaciones; estudiaron los rondines de sus guardias de seguridad, consiguieron copias de las llaves de las bóvedas (lo cual sugiere un trabajo interno también) y la noche del atraco, implantaron videos falsos a la red de circuito cerrado, para aparentar que nada sucedía. Todo salió a la maravilla… salvo un detalle.
Al abandonar el lugar dejaron de lado el disponer de manera adecuada de los restos de basura que habían utilizado durante el robo, y la policía dio con estas bolsas. Entre otras cosas que ponían a los sospechosos en la escena del crimen, había restos de alimentos. Ya te estás imaginando que eran esos restos de alimentos?
Si, entre otras cosas, un vaso con café. La policía de Amberes primero intentó encontrar muestras de saliva para recuperar el ADN, pero el café había eliminado cualquier rastro de esto. Después, pretendieron analizar la composición química del café en un intento por dar con el lugar que lo había comercializado, y sacar pistas del posible comprador. Sin embargo, el café contiene más de mil elementos químicos naturales, lo que hace imposible su análisis y determinación. Finalmente dieron con el ADN de otro de los bandidos depositado en un sándwich a medio comer, y así fue como se dio con Leonardo Notarbartolo, uno de los integrantes de la banda de ladrones, identificados como “La Escuela de Torino”. Eventualmente se dio con otros tres integrantes, quienes fueron arrestados. Sin embargo, los diamantes nunca fueron encontrados. La historia parece sacada de la saga de "The Italian Job", pero es en realidad lo mas cercano a la realidad que se tiene. Si desean conocerla más a detalle, les dejo el link* de una entrevista a Leonardo Notarbartolo por la revista Wired. Les va a encantar.
Y bueno, hablando de la composición química del café, recién recordé que un grupo de expertos en este tema está intentando realizar el equivalente al Proyecto Genoma para el café. El estudio se llevará a cabo en Estados Unidos al parecer, y tendrá como objetivo el establecer los contenidos biológicos de los granos de café según su origen. El proyecto entre otras cosas, analizará el ADN del grano, su composición química como son los minerales o sólidos, contenido de ácido, entre otros. Increíble, no? La información que se podrá extraer de estos estudios será enorme, y de variada aplicación sin lugar a dudas. Espero poderles contar pronto de esto. Tal vez algún día los ladrones tengan que abstenerse de tomar café durante un atraco.

* http://www.wired.com/politics/law/magazine/17-04/ff_diamonds






Meter o no meter el café en el refrigerador*

Hola a todos, como están!! Espero que al igual que yo, con la pila bien puesta y con ánimos de darle vuelta y escribir una nueva página de este libro que llamamos la vida. Que este 2010 venga lleno de emociones excitantes, sorpresas y sueños por descubrir y cumplir, retos y nuevas oportunidades y en fin, que sea un año memorable para todos ustedes!!
Por lo pronto, el año nuevo llegó con un frío como pocos, y es que aunque los canales meteorológicos no hayan registrado números tan fuertes, no recuerdo que en años pasados el clima haya sido tan frío, aún con temperaturas sobre cero. Será que me estoy volviendo viejo, y es el cuerpo que ya no aguanta tanto? O será que estas ropas que diseñan ahora no calientan tanto como antes?
Lo cierto es que en estos días de estar obligadamente internados en casa en presencia del frío, nos acordamos del hábito de algunas personas de meter su café al refrigerador para conservarlo fresco, y quisimos hablar de este tema hoy. Es bueno el frío del refrigerador para el café? Es recomendable meter el café al refrigerador para conservarlo fresco? Desgraciadamente, no lo es. Veamos por qué.
El refrigerador es un espacio que utiliza el aire exterior y lo enfría a temperaturas cercanas a los 0ºC (más bien ronda entre los 2 y 8º C). El aire, como sabemos, contiene además de oxígeno, humedad, principal agente dañino del café. Por qué? El café es extremadamente poroso, y absorbe con una rapidez increíble lo que le rodea. La humedad en el ambiente refrigerado tenderá a condensarse, se adherirá en el grano y se filtrará, dañando irreversiblemente al café. Esto de cómo absorbe el café la humedad lo pude presenciar hace tiempo. Estábamos tostando café, y al vaciar el café de la cámara de tostado hacia la cama de refrigeración, unos granos saltaron al suelo. Este se encontraba ligeramente mojado. El café tostado es crujiente, como el arroz inflado o el cacahuate tostado. Pero al morder uno de estos granos, encontré que estaba chicloso, y se me pegaba en la muela. Y solo estuvo ahí un minuto si acaso!!
Otra razón por la que el refrigerador no es un buen lugar es que esa misma propiedad de absorción del café provoca que atraiga y contenga los aromas del refrigerador. Así, el aroma de aquel pescado que dejaste de hace una semana, o de esos cortes que no se usaron en la última carne asada, irán a parar al café.
Es tan fuerte el poder de absorción, que se recomienda para cuando uno quiere eliminar los malos olores del refrigerador. Supón que se te quedó el jamón ya vencido en su caducidad y se te echó a perder ahí dentro. Tu refri huele bastante mal, no? Si colocas un plato con café molido, en 24 horas podrás notar que el aroma desagradable de tu refrigerador habrá desaparecido. ¡¡¡Y si quieres saber a donde fue, prepárate un café del que metiste al refri!!!
En fin. Si en verdad quieres conservar fresco tu café, te recomendamos que lo mantengas fuera del refrigerador, pero en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz directa del sol. Un recipiente cerámico o de cristal es excelente, pues mantendrá la luz, el oxígeno y la humedad fuera del contacto de tu café.
Si puedes, procura comprar el café en grano, recién tostado, de expendio, y muélelo a medida que lo vayas utilizando. Si no tienes un molino casero, compra el equivalente a tu consumo de dos semanas, máximo tres. Más de tres semanas ya no es muy recomendable, pero igual no será un crimen si te lo tomas. Lo único es que notarás que la mayor parte de sus aromas se habrán ido, y su sabor será más seco, más opaco, y más fuerte a tu boca y garganta.
Y si de plano tienes que almacenarlo por más de tres semanas, porque aprovechaste una “barata” de café y compraste una cantidad enorme, entonces te sugerimos uses el congelador, no el refrigerador, bajo las siguientes pautas:
Primero, intenta dividir la cantidad total de café en porciones semanales, así podrás ir sacando una a una las bolsas o botes según tu demanda casera.
Luego, prueba a ingresarlos en un contenedor de cristal o bolsa plástica que lo aísle. En cualquier caso, procura utilizar un doble empaque. Esto previene por un lado la condensación y formación del hielo en el grano, y por otro, que se “queme” el grano por el frío.
Procura retirar el exceso de aire con un popote antes de ingresarlo al congelador. (Si, ya sé que suena bastante exagerado, pero ey, se trata de algo que adoras, no? Que no harías por ese ser que adoras y amas tanto??)
Por último, retira solo un grupo a la vez, y no vuelvas a ingresarlos al refrigerador. Ya una vez fuera del congelador, trátalos como si fuera café recién comprado, y mejor almacénalo en un recipiente cerámico en un lugar de tu alacena fresco, oscuro y seco.
Aquellos que estén pensando en empaquetarlo al vacío, si cuentan con el sistema, igual se recomienda.
Nota final: Estos métodos (el de congelación y empaquetado de vacío) prolongarán la vida del café por tal vez unas 6 semanas. No intentes comprar un costal de café si con eso conseguirás un 10% de descuento. Compra siempre lo que utilizarás en un periodo máximo de 3 semanas.

* También conocido como frigorífico, nevera o heladera.