lunes, 11 de enero de 2010

Meter o no meter el café en el refrigerador*

Hola a todos, como están!! Espero que al igual que yo, con la pila bien puesta y con ánimos de darle vuelta y escribir una nueva página de este libro que llamamos la vida. Que este 2010 venga lleno de emociones excitantes, sorpresas y sueños por descubrir y cumplir, retos y nuevas oportunidades y en fin, que sea un año memorable para todos ustedes!!
Por lo pronto, el año nuevo llegó con un frío como pocos, y es que aunque los canales meteorológicos no hayan registrado números tan fuertes, no recuerdo que en años pasados el clima haya sido tan frío, aún con temperaturas sobre cero. Será que me estoy volviendo viejo, y es el cuerpo que ya no aguanta tanto? O será que estas ropas que diseñan ahora no calientan tanto como antes?
Lo cierto es que en estos días de estar obligadamente internados en casa en presencia del frío, nos acordamos del hábito de algunas personas de meter su café al refrigerador para conservarlo fresco, y quisimos hablar de este tema hoy. Es bueno el frío del refrigerador para el café? Es recomendable meter el café al refrigerador para conservarlo fresco? Desgraciadamente, no lo es. Veamos por qué.
El refrigerador es un espacio que utiliza el aire exterior y lo enfría a temperaturas cercanas a los 0ºC (más bien ronda entre los 2 y 8º C). El aire, como sabemos, contiene además de oxígeno, humedad, principal agente dañino del café. Por qué? El café es extremadamente poroso, y absorbe con una rapidez increíble lo que le rodea. La humedad en el ambiente refrigerado tenderá a condensarse, se adherirá en el grano y se filtrará, dañando irreversiblemente al café. Esto de cómo absorbe el café la humedad lo pude presenciar hace tiempo. Estábamos tostando café, y al vaciar el café de la cámara de tostado hacia la cama de refrigeración, unos granos saltaron al suelo. Este se encontraba ligeramente mojado. El café tostado es crujiente, como el arroz inflado o el cacahuate tostado. Pero al morder uno de estos granos, encontré que estaba chicloso, y se me pegaba en la muela. Y solo estuvo ahí un minuto si acaso!!
Otra razón por la que el refrigerador no es un buen lugar es que esa misma propiedad de absorción del café provoca que atraiga y contenga los aromas del refrigerador. Así, el aroma de aquel pescado que dejaste de hace una semana, o de esos cortes que no se usaron en la última carne asada, irán a parar al café.
Es tan fuerte el poder de absorción, que se recomienda para cuando uno quiere eliminar los malos olores del refrigerador. Supón que se te quedó el jamón ya vencido en su caducidad y se te echó a perder ahí dentro. Tu refri huele bastante mal, no? Si colocas un plato con café molido, en 24 horas podrás notar que el aroma desagradable de tu refrigerador habrá desaparecido. ¡¡¡Y si quieres saber a donde fue, prepárate un café del que metiste al refri!!!
En fin. Si en verdad quieres conservar fresco tu café, te recomendamos que lo mantengas fuera del refrigerador, pero en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz directa del sol. Un recipiente cerámico o de cristal es excelente, pues mantendrá la luz, el oxígeno y la humedad fuera del contacto de tu café.
Si puedes, procura comprar el café en grano, recién tostado, de expendio, y muélelo a medida que lo vayas utilizando. Si no tienes un molino casero, compra el equivalente a tu consumo de dos semanas, máximo tres. Más de tres semanas ya no es muy recomendable, pero igual no será un crimen si te lo tomas. Lo único es que notarás que la mayor parte de sus aromas se habrán ido, y su sabor será más seco, más opaco, y más fuerte a tu boca y garganta.
Y si de plano tienes que almacenarlo por más de tres semanas, porque aprovechaste una “barata” de café y compraste una cantidad enorme, entonces te sugerimos uses el congelador, no el refrigerador, bajo las siguientes pautas:
Primero, intenta dividir la cantidad total de café en porciones semanales, así podrás ir sacando una a una las bolsas o botes según tu demanda casera.
Luego, prueba a ingresarlos en un contenedor de cristal o bolsa plástica que lo aísle. En cualquier caso, procura utilizar un doble empaque. Esto previene por un lado la condensación y formación del hielo en el grano, y por otro, que se “queme” el grano por el frío.
Procura retirar el exceso de aire con un popote antes de ingresarlo al congelador. (Si, ya sé que suena bastante exagerado, pero ey, se trata de algo que adoras, no? Que no harías por ese ser que adoras y amas tanto??)
Por último, retira solo un grupo a la vez, y no vuelvas a ingresarlos al refrigerador. Ya una vez fuera del congelador, trátalos como si fuera café recién comprado, y mejor almacénalo en un recipiente cerámico en un lugar de tu alacena fresco, oscuro y seco.
Aquellos que estén pensando en empaquetarlo al vacío, si cuentan con el sistema, igual se recomienda.
Nota final: Estos métodos (el de congelación y empaquetado de vacío) prolongarán la vida del café por tal vez unas 6 semanas. No intentes comprar un costal de café si con eso conseguirás un 10% de descuento. Compra siempre lo que utilizarás en un periodo máximo de 3 semanas.

* También conocido como frigorífico, nevera o heladera.

4 comentarios:

  1. Interesante. En mi casa acostumbramos guardar el café en el congelador, pero no bajo las condiciones que mencionas. Tendremos que revisar los hábitos cafetaleros....

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  2. mmm... sobre lo de dividir en pequeños paquetes será?? haz la prueba, y estoy seguro que verás resultados en la calidad del sabor y el aroma al preparar el café... Saludos!!!

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  3. La secadora es super importante para hacer un trabajo de lavado de ropa completo y eficaz.

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